Por principio, deberías llevar un sujetador deportivo al practicar cualquier deporte. Pero a la hora de elegir el modelo, también es importante en qué medida el tipo de deporte supone un esfuerzo para tu pecho. Por ejemplo, conviene usar un sujetador deportivo diferente para correr o para practicar yoga. A menudo, los sujetadores te ofrecen distintos niveles de soporte.
Los deportes de bajo impacto, como yoga o pilates, no repercuten tanto en el pecho. Por este motivo, basta con un sujetador para esfuerzos reducidos. Para deportes de impacto medio, como ciclismo y Nordic Walking, se recomienda un sujetador con una función de soporte media. Por analogía, la función de soporte debería ser mayor al aumentar el esfuerzo, tal como ocurre en los deportes de pelota. Un sujetador deportivo con un soporte muy elevado se debería elegir, por ejemplo, para correr y para practicar artes marciales o equitación, ya estos deportes suponen una carga enorme para el pecho.